Tocaba el arpa como si mi vida dependiera de ello. Lo tocaba como jamas lo había hecho, lo toque tan bien que se hizo un silencio exquisito. Me sentí tan alegre en mis adentros, me sentía una diosa que cauntivaba a cada hombre con tan solo acariciar las cuerdas. Todo en la posada se había paralizado mientras yo tocaba el arpa. Los hombres soltaron sus copas y pararon de hablar, Zary paro de servir mientra y me observaba con tierna mirada, y Zar, Zar no paraba de mirarme con unos ojos de infante viendo por primera vez la belleza de la naturaleza. A pesar de que todos me miraban, la mirada de Zar me ponía un tanto incomoda. Intentaba mirar a la gente que ahí concurría pero se me era imposible. Solo alcancé a ver a un hombre que acababa de llegar, se sostenía paralizado en la puerta con sus ojos puestos en mi. No le llegue a ver bien el rostro, pero algo me decía que lo conocía de algún lado. La melodía del arpa estaba por concluir, intente una vez mas mirar el rostro de aquel hombre que estaba en la puerta. Por los Cielos, me recuerda tanto a mi amado. Algo pasa en mi interior, pierdo el control de mis manos, las cuerdas se enredan en mis dedos haciendo que la melodía pierda el sentido. "Marysol, tranquilisate y termina"-pienso ante mis adentros. me recupero y continuo con mi pieza musical. Nadie parece darse cuenta de mi fallo, lo cual me hace muy feliz. Termino la interpretación bajando la cabeza, todos se han quedado en silencio. Un aplauso lo interrumpe, el sonido proviene de las manos de Zar. Todos empiezan a aplaudir tras el, y yo me empiezo a sonrosar. Zary me busca y me saca del lugar en donde nos encontrábamos el arpa y yo.
-Lo has hecho espectacular!-exclama ella con una sonrisa. -Ven, te llevare a un sitio tranquilo para que puedas comer.
La seguí hasta que salimos de la posada a la parte de atrás donde había un hermoso jardín con un estanque, en el cual corria el agua, en donde ella me explico que se ba~naban ella y Zar. Cerca del estanque habia una mesa con dos sillas, nos sentamos en las sillas mientras ella ponia un plato de comida enfrente de mi. Comenze a comer mientras ella me hablaba. Me contaba su historia y la de Zar, y luego me dijo que si necesitaba darme un ba~no que en confianza podia usar el estanque. Yo con la boca llena de comida e intentando sonrerir con la boca asi, asenti con la cabeza. Ella se marcho para continuar con su trabajo mientras yo seguia comiendo. Tome en cuenta lo que me dijo del estanque pero no me sumergi, solo tome un poco de agua en mis manos y la derrame en el rostro, cuello, brazos y piernas para quitar la sal de mi piel. El agua era sumamente cristalina, lo cual me entretubo el ver mi rostro reflejado en la superficie del agua.
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La chica termino su acto, y yo aun veia su rostro impregnado en mi memoria. Me era tan conocido. Cerraba mis ojos y solo veia estatuas de angeles con su rostro.
Estatuas que hacian a mi imaginacion volar a lo mas alto de los cielos. Ya habia olvidado el proposito de mi llegada a aqui. Ya no recordaba nada mas, solo su rostro, su angelical rostro y sus manos santas que sacaban la mas hermosa melodia que jamas habia escuchado. Un llamado interrumpio mis pensamientos.
-Se le ofrece algo?- dijo una voz algo chillona y graciosa, era una empleada.
-Si, me podria dar una copa de vino?
-Enseguida.
Ella dio media vuelta y se marcho. Mis pensamientos volvieron a tomar el primer lugar de mis prioridades en cuestion de segundos. Ella regreso con mi copa de vino pero no interrumpio mis pensamientos como lo hizo la primera vez. Bebi lentamente mi vino mirando hacia el vacio. Una muchacha, la que se llevo a la que tocaba el arpa, regreso hacia la habitacion en donde se encontraba la algarabia que formaban las personas presentes.
"Y Marysol?"-escuche decir al otro lado de la caverna.-"Atras, comiendo".-escuche que dijo otra.
Apesar de haber oido esto no preste atencion, solo me dirigi hacia la muchacha para preguntarle por la que habia tocado el arpa.
-Se encuentra en la parte de atras.-respondio gritando por el ruido a nuestro alrededor.
-Gracias-le dije dirigiendome hacia la parte de atras de la posada.
Cuando llegue vi hacia lo lejos buscando con la mirada. Creo que ya no estaba sobrio por que lo que vi no fue una mujer, sino un angel.
Pude persivir el reflejo de un angle que asomaba a la superficie del agua mientras aquella hermosura de mujer se miraba embelesada...