Me puse a pensar en lo q nana me habia dicho aun despues d haber pasado horas d la platica. Tenia razon en una cosa, necesitaba mantener la existencia de mi familia. Si moria en alguna d las batallas a las q me enfrento, quien quedaria a cargo del castillo? Si no hubiera nadie el enemigo podria aruinar lo q con tanto esfuerzo he conseguido. En cambio, nunca me he interesado en buscar a "mi alma gemela" en ningun momento d mi vida. Siempre fui algo culto al dedicar mi vida a las batallas. Esa era mi vida, las batallas, esa era la unica forma, en la q sentia, q podia vivir. Siempre he vivido cn la esperanza d q algun dia esa persona q nana esperaba cn ansias apareciera para nunca dejarla ir y poder hacer mi vida cn ella, pero mi "trabajo" no me lo permitia.
Pasaron las semanas y ya me encontraba en otra batalla casi al otro lado del mundo. Un mundo q, segun aquel cientifico al q ayude, decia q no debia existir, q era imposible q existiera. Vaya, este poblado ya estaba mejorando su forma de atacar. Catapultas, y bola d estambres envueltas en llamas. -Estos se estan adelantando mucho.
Una de estas esferas impacto serca d donde estoy. Otra vez los gritos de las pesadilla, los escucho, esta vez mas fuertes. Uno d mis soldados fue herido, d gravedad, no podemos salvarlo, debemos continuar. Nos movemos a otra localizacion. Otro impacto, este me deribo, me ha dejado inconciente.
-Ten calma.- escuche una voz, femenina? No puede ser.
-Q...Que pasa?
No hubo respuesta, solo volvi a sumirme en un delicado sue~No otra vez.
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